Este espacio de FCJ nace de la necesidad de extender la expresión de nuestras ideas hacia nuestra comunidad sin mas pretención que la de compartir pensamientos, opiniones y a través de temas varios, conocimientos.
Esperando recibir aportaciones que enriquezcan este espacio.

viernes, 18 de noviembre de 2011

LA LENGUA ESPAÑOLA

Señores: Un servidor
Pedro Pérez Paticola,
cual la Academia Española
"Limpia, Fija y da Esplendor".
Y no por ganas de hablar,
pues les voy a demostrar
que es preciso meter mano
al idioma castellano,
donde hay mucho que arreglar.

Me quieren decir por qué,
en tamaño y en esencia,
hay esa gran diferencia
entre un buque y un buqué?
¿Por el acento? Pues yo,
por esa insignificancia,
no concibo la distancia
de presidio y presidió,
ni de tomas a Tomás
ni de topo al que topó.

Por eso no encuentro mal
si alguno me dice cuala,
como decimos Pascuala,
femenino de Pascual.
Mas dejemos el acento,
que convierte, como ves,
las ingles en un inglés,
y pasemos a otro cuento.

¿A ustedes no les asombra
que diciendo rico y rica,
majo y maja, chico y chica,
no digamos hombre y hombra?

¿Por qué llamamos tortero
al que elabora una torta
y al sastre, que trajes corta,
no lo llamamos trajero?
¿Por qué las Josefas son
por Pepitas conocidas,
como si fuesen salidas
de las tripas de un melón?

¿A vuestro oído no admira,
lo mismo que yo lo admiro,
que quien descerraja un tiro,
dispara, pero no tira?
Este verbo y otros mil
en nuestro idioma son barro;
tira, el que tira de un carro,
no el que dispara un fusil.
De largo sacan largueza
en lugar de larguedad,
y de corto, cortedad
en vez de sacar corteza

De igual manera me quejo
de ver que un libro es un tomo;
será tomo, si lo tomo,
y si no lo tomo, ¿un dejo?.
Si se le llama mirón
al que está mirando mucho,
cuando mucho ladre un chucho
¿se le llamará ladrón?

Porque la sílaba "on"
indica aumento, y extraño
que a un ramo de gran tamaño
no se lo llame Ramón.

Y por la misma razón,
si los que estais escuchando
un gran rato estas pasando
estaís pasando un ratón
Y sobra para quedar
convencido el más profano,
que el idioma castellano
tiene mucho que arreglar.

 Tomado del Homenaje al  III Congreso de la Lengua
Española por Camilo José Cela

EL GRAN ROBO




“Detienen a Pacquiao”

Tomado de Reforma.com | 16 de Noviembre del 2011 | 18:35 hrs


Distrito Federal.- Tras el gran robo que hicieron los jueces de Las Vegas y Manny Pacquiao a Juan Manuel Márquez, la Policía Federal entró en acción y en un operativo arrestó al filipino... al menos así lo hicieron ver los tuiteros.
En un fotomontaje que circula en las redes sociales se ve al campeón Welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) siendo presentado en el hangar de la Policía Federal, similar a cuando se arrestan a miembros importantes del crimen organizado.
Además, la fotografía presenta la "evidencia decomisada", que son los cinturones de campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y del OMB.
El sábado pasado, el filipino Manny Pacquiao enfrentó en un duro combate al mexicano Juan Manuel Márquez, y para la mayoría del público fue el tricolor quien ganó, pero los jueces le otorgaron por decisión mayoritaria al todavía campeón Welter el triunfo, lo que provocó que la pelea fuera catalogada de robo.
Pero en las redes sociales no sólo circulan imágenes, sino que además hay varios chistes haciendo alusión al tema.
"Mamá, mamá, ¿por qué se me caen los pantalones? -Ya te dije que ese cinturón no es tuyo, Pacquiao", postean cibernautas en la red.

martes, 15 de noviembre de 2011

UNA CARTA CASI CENTENARIA, AUN VIGENTE DEL GRAL. ALVARO OBREGON

ESTA CARTA DIGNA DE REFLEXION POR LA PROFUNDIDAD DE SUS PENSAMIENTOS Y EN LA QUE EL GRAL. OBREGON VUELCA SUS MAS CAROS CONSEJOS A SU HIJO HUMBERTO QUIEN CUMPLIA 21 AÑOS, LA MAYORIA DE EDAD EN ESE TIEMPO, MUESTRA UNA GRAN SABIDURIA Y PREOCUPACION POR EL BIENESTAR Y FUTURO DE SU HIJO Y PARECIERA SER LECTURA OBLIGADA PARA QUIENES SOMOS PADRES.
TRANCRIBO INTEGRA ESTA CARTA POR CONSIDERARLA DE CONTENIDO LITERARIO Y HUMANISTICO.



Cajeme, Sonora, junio 27 de 1928.

Sr.Humberto Obregón.

México, D.F.



Mi querido hijo Humberto:

Este día reviste gran trascendencia en tu vida porque marca la fecha en que llegas a la mayoría de edad, produciendo este acontecimiento la transición de mayor importancia en la vida del hombre. Hoy asumes, por ministerio de la ley, el honroso título de ciudadano y te substraes de la patria potestad que a tu padre ponía en posesión de la dirección de tus actos; asumes por lo mismo, toda la responsabilidad de tu futuro, sin que esto signifique -por supuesto- que yo me considere relevado de la constante obligación que los padres tenemos para aconsejar y apoyar a nuestros hijos. Y he querido, con motivo de esta fecha, darte algunos consejos derivados de los conocimientos adquiridos con mi experiencia y con el conocimiento del corazón humano, que la intensidad de mi vida me ha permitido adquirir y del privilegio que del destino he recibido al permitirme actuar en todas las clases sociales que integran la familia humana.

No pretendo incurrir en el error tan común en los padres, de querer transmitir su propia experiencia a los hijos; si la juventud es tan hermosa, lo es precisamente porque carece de esa experiencia. La experiencia no es sino el resumen de todas las rectificaciones que el tiempo, al transcurrir, viene haciendo del bello concepto que de la vida y de nuestros semejantes nos formamos, desde que entramos en posesión de nuestras propias facultades.

Lo primero que necesitan los hombres para orientar sus facultades en la vida, y para protegerse y defenderse de las circunstancias que le son adversas y que por causas ajenas a su voluntad convergen sobre su voluntad, es clasificarse. Clasificarse ha sido uno de los problemas, cuyo alcance, son muy pocos los que saben comprender. Tú debes, por lo tanto, empezar por hacerlo y voy a auxiliarte con mi experiencia.

Tú perteneces a ese grupo de ineptos que integran, con muy raras excepciones, los hijos de personas que han alcanzado posiciones más o menos elevadas, que se acostumbran desde su niñez a recibir toda clase de atenciones y agasajos, y a tener muchas cosas que los demás niños no tienen y que van por esto, perdiendo la noción de las grandes verdades de la vida y penetrando en un mundo que lo ofrece todo sin exigir nada, creándoles una impresión de superioridad que llega a hacerles creer que sus propias condiciones son las que los hacen acreedores de esa posición privilegiada. Los que nacen y crecen bajo el amparo de posiciones elevadas, están condenados por una ley fatal, a mirar siempre para abajo, porque sienten que todo lo que les rodea está más abajo del sitio en que a ellos los han colocado los azares del destino, y cualquier objetivo que elijan como una idealidad de sus actividades, tiene que ser inferior al plano en el que ellos se encuentran.

En cambio, los que pertenecen a las clases humildes y se desarrollan en el ambiente de modestia máxima, están destinados, felizmente, a mirar siempre para arriba porque todo lo que les rodea es superior al medio en que ellos actúan, lo mismo en el panorama de sus ojos que en el de su espíritu, y todos los objetivos de su idealidad tienen que buscarlos siempre sobre planos ascendentes.

Y en ese constante esfuerzo por liberarse de la posición desventajosa en que las contingencias de la vida los han colocado, fortalecen su carácter y apuran su ingenio, y logran en muchos casos adquirir una preparación que les permita seguir una trayectoria siempre ascendente. El ingenio, que no es una ciencia y que, por lo tanto, no se puede aprender en ningún centro de educación, significa el mejor aliado en la lucha por la vida y sólo pueden adquirirlo los que han sido forzados por su propio destino a encontrarlo en el constante esfuerzo de sus propias facultades. El ingenio no es patrimonio de los niños o jóvenes que han realizado ningún esfuerzo para adquirir lo que necesitan.

El valor de las cosas, lo determina el esfuerzo que se realiza para adquirirlas y cuando todo puede obtenerse sin realizar ninguno, se pierde la noción de lo que el esfuerzo vale y se ignora el importante papel que éste desempeña en la resolución de los problemas importantes de la vida, y el tiempo que nos sobra, nos aleja de la virtud y nos acerca al vicio. Y éste es el otro factor negativo para los que nacen al amparo de posiciones ventajosas.

Todos los padres generalmente recomiendan a sus hijos huir de los vicios. Yo he creído siempre que existe un solo vicio, que se llama “exceso” y que de éste, deben todos los hombres tratar de liberarse. Yo conozco casos de muchas personas que de la virtud hacen un vicio, cuando se han excedido en practicarla. Procura siempre no incurrir en ningún exceso y nadie podrá decir que tengas un solo vicio.

El objetivo lógico de todo hombre que se inicia en la lucha por la vida, debe encaminarse a obtener todo aquello que le es indispensable para la satisfacción de sus propias necesidades. Obtener lo indispensable y hasta lo necesario resulta relativamente fácil para un hombre honesto, que no practica ningún exceso que le reste su tiempo y le mengüe los ingresos de su trabajo. Cualquier esfuerzo encaminado a realizar estos propósitos, estará siempre justificado y es siempre reconocido por todos nuestros semejantes, pero si se incurre en el error, tan común desgraciadamente, de caer bajo la influencia de lo superfluo, todo sacrificio resultará estéril, porque el mundo de lo superfluo es infinito, no reconoce límites y son mayores sus exigencias mientras mayor satisfacción se pretende darle.

Es lo superfluo el más grande enemigo de la familia humana, y a este imperio de la vanidad se ha sacrificado mucho del bienestar y de la tranquilidad que los hombres disfrutarían, si a sus imperativos hubieran logrado substraerse, y se ha perdido mucho del honor que en holocausto a lo superfluo se ha sacrificado.

De todas estas verdades, solamente pueden librarse los que, teniendo un espíritu superior, llegan a constituir las excepciones de las reglas que siempre se refieren a los casos normales. Si tú logras constituir una de esas excepciones, tendrás que aceptar que has sido un privilegiado del destino, logrando así para honor tuyo y satisfacción de tu padre, librarte de los precedentes establecidos y podrás crearte una personalidad propia, cuyo mérito lograrás sin esfuerzo que todos reconozcan.

Éstos son los deseos de tu padre y lo serían de tu madre, si a ella el destino no la hubiera privado de la infinita ventura que una madre debe experimentar cuando su hijo primogénito llega a su mayoría de edad, sin haberles dado a sus padres un motivo de rubor o pesar como es el caso tuyo.

Gral. Álvaro Obregón.

El inédito documento original fue subastado y publicado en la revista Mira, sorprendiendo por la actualidad de su contenido. El remitente, Álvaro Obregón Salido, nació en la Hacienda de Siquisiva, Navojoa, Sonora el 19 de febrero de 1880, y murió en la Ciudad de México, el 17 de julio de 1928. Este militar y político mexicano participó en la Revolución Mexicana y fue el presidente número 48 de nuestro país, gobernando del 1 de diciembre de 1920 al 30 de noviembre de 1924.







Entre más límites le pongas a tus hijos, más herramientas tendrán para salir adelante el día de mañana......

miércoles, 2 de noviembre de 2011

CALAVERA



YO NO ENTIENDO YA ESTA ERA
DE TECNOLOGIA Y COMPUTACIÓN
YA NADIE HACE CALAVERAS
ACABANDO CON LA TRADICIÓN
Y YO, QUERIÉNDOLAS SALVAR
ESCRIBIENDO CON PASIÓN
LLEGO LA PARCA QUE NO ESPERA
PARA DARME UNA LECCIÓN.


martes, 1 de noviembre de 2011

EL TORO Y EL TORERO

La caza del toro por el hombre primitivo fue para aprovechar su carne como alimento, su piel como vestido y seguramente más tarde, el toro se uso como instrumento de trabajo, ese fue el embrión de lo que iba a ser la Tauromaquia.

Pronto, el hombre descubrió las cualidades que hacen del toro, el único apto para la lidia y el trabajo.

En Creta, unos 3000 años A.C., se practicó una suerte de carácter litúrgico, que era citar de frente al toro y esperar a pie firme su embestida para sujetarse de las astas del toro y caer de pie al suelo por las ancas del animal. Esta suerte era practicada por hombres y mujeres, posiblemente sacerdotisas, que arriesgaban su vida por índole de religión del Dios Tauro.

Los Romanos introdujeron en España los espectáculos de la tauromaquia poco después de que los conquistaron. Y parece que fueron los árabes, mejor dicho los árabe musulmanes; los andaluces, que aprovechando las condiciones de los toros, efectuaron juegos y torneos taurinos por toda España.

La afición en España aprende a “correr” y “alancear” toros en son de fiesta. Las primeras referencias de estos festejos datan del siglo XI, mas no se conoce con exactitud lo que era correr toros. Es Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid campeador (1040-1099 D.C.) según la historia, quien alanceaba toros, por gusto.

En México se implantaron las corridas de toros después de la conquista, ya que los conquistadores trajeron en sus naves ganado bovino, lanar y porcino. Y es en la Cd. de México donde se dá la primer corrida de toros, el día 13 de agosto de 1529, los toros que se toreaban eran de 6 a 9 años de edad, muy grandes.

La “Fiesta” consta de tres tercios; 1° Picar, 2° Banderillas y 3° La muerte del toro.

Los “quites” con el capote son la “Verónica” y la media Verónica para el remate, esto es en el primer tercio y después de ser picado el toro, el torero en turno le hará un quite con el capote que puede ser; la chicuelina, la gaonera, el farol, la calecerina o la fregolina. Cabe decir que si el toro no fuera picado, se congestionaría y sufriría un paro cardiáco, cayendo muerto en el ruedo.

El segundo tercio se le ponen las banderillas, tres pares, poniéndolas por ambos lados del toro.

El tercer tercio se le pide permiso al juez para la “faena de muleta”y la muerte del toro, que tien que ser de doce minutos, los muletazos son variables, derechazos naturales con su remate, el de “pecho” o el “forzado”, el “trinchera”, el “de firma”, “molinetes”, la “arruzina”, “manoletina”, el “martinete” y la “san juanera”. Se montará la espada , se perfila el torero y meterá la espada en el morrillo del toro para matarlo, el cual tendrá que caer muerto en cinco minutos, de no ser así, le mandarán tres avisos de parte del sr. Juez, a los tres, dos y un minutos para que sea regresado vivo el toro a los corrales.

Una aportación de “Lalo Cuadros”