Cierto escritor inglés decía: "El hombre es el lobo del hombre"
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Esperando recibir aportaciones que enriquezcan este espacio.
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martes, 13 de diciembre de 2011
ASI O MAS CLARO
viernes, 18 de noviembre de 2011
LA LENGUA ESPAÑOLA
Señores: Un servidor
Pedro Pérez Paticola,
cual la Academia Española
"Limpia, Fija y da Esplendor".
Y no por ganas de hablar,
pues les voy a demostrar
que es preciso meter mano
al idioma castellano,
donde hay mucho que arreglar.
Me quieren decir por qué,
en tamaño y en esencia,
hay esa gran diferencia
entre un buque y un buqué?
¿Por el acento? Pues yo,
por esa insignificancia,
no concibo la distancia
de presidio y presidió,
ni de tomas a Tomás
ni de topo al que topó.
Por eso no encuentro mal
si alguno me dice cuala,
como decimos Pascuala,
femenino de Pascual.
Mas dejemos el acento,
que convierte, como ves,
las ingles en un inglés,
y pasemos a otro cuento.
¿A ustedes no les asombra
que diciendo rico y rica,
majo y maja, chico y chica,
no digamos hombre y hombra?
¿Por qué llamamos tortero
al que elabora una torta
y al sastre, que trajes corta,
no lo llamamos trajero?
¿Por qué las Josefas son
por Pepitas conocidas,
como si fuesen salidas
de las tripas de un melón?
¿A vuestro oído no admira,
lo mismo que yo lo admiro,
que quien descerraja un tiro,
dispara, pero no tira?
Este verbo y otros mil
en nuestro idioma son barro;
tira, el que tira de un carro,
no el que dispara un fusil.
De largo sacan largueza
en lugar de larguedad,
y de corto, cortedad
en vez de sacar corteza
De igual manera me quejo
de ver que un libro es un tomo;
será tomo, si lo tomo,
y si no lo tomo, ¿un dejo?.
Si se le llama mirón
al que está mirando mucho,
cuando mucho ladre un chucho
¿se le llamará ladrón?
Porque la sílaba "on"
indica aumento, y extraño
que a un ramo de gran tamaño
no se lo llame Ramón.
Y por la misma razón,
si los que estais escuchando
un gran rato estas pasando
estaís pasando un ratón
Y sobra para quedar
convencido el más profano,
que el idioma castellano
tiene mucho que arreglar.
Tomado del Homenaje al III Congreso de la Lengua
Española por Camilo José Cela
Española por Camilo José Cela
EL GRAN ROBO
“Detienen a Pacquiao”
Tomado de Reforma.com | 16 de Noviembre del 2011 | 18:35 hrs
Distrito Federal.- Tras el gran robo que hicieron los jueces de Las Vegas y Manny Pacquiao a Juan Manuel Márquez, la Policía Federal entró en acción y en un operativo arrestó al filipino... al menos así lo hicieron ver los tuiteros.
En un fotomontaje que circula en las redes sociales se ve al campeón Welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) siendo presentado en el hangar de la Policía Federal, similar a cuando se arrestan a miembros importantes del crimen organizado.
Además, la fotografía presenta la "evidencia decomisada", que son los cinturones de campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y del OMB.
El sábado pasado, el filipino Manny Pacquiao enfrentó en un duro combate al mexicano Juan Manuel Márquez, y para la mayoría del público fue el tricolor quien ganó, pero los jueces le otorgaron por decisión mayoritaria al todavía campeón Welter el triunfo, lo que provocó que la pelea fuera catalogada de robo.
Pero en las redes sociales no sólo circulan imágenes, sino que además hay varios chistes haciendo alusión al tema.
"Mamá, mamá, ¿por qué se me caen los pantalones? -Ya te dije que ese cinturón no es tuyo, Pacquiao", postean cibernautas en la red.
martes, 15 de noviembre de 2011
UNA CARTA CASI CENTENARIA, AUN VIGENTE DEL GRAL. ALVARO OBREGON
ESTA CARTA DIGNA DE REFLEXION POR LA PROFUNDIDAD DE SUS PENSAMIENTOS Y EN LA QUE EL GRAL. OBREGON VUELCA SUS MAS CAROS CONSEJOS A SU HIJO HUMBERTO QUIEN CUMPLIA 21 AÑOS, LA MAYORIA DE EDAD EN ESE TIEMPO, MUESTRA UNA GRAN SABIDURIA Y PREOCUPACION POR EL BIENESTAR Y FUTURO DE SU HIJO Y PARECIERA SER LECTURA OBLIGADA PARA QUIENES SOMOS PADRES.
TRANCRIBO INTEGRA ESTA CARTA POR CONSIDERARLA DE CONTENIDO LITERARIO Y HUMANISTICO.
Cajeme, Sonora, junio 27 de 1928.
Sr.Humberto Obregón.
México, D.F.
Mi querido hijo Humberto:
Este día reviste gran trascendencia en tu vida porque marca la fecha en que llegas a la mayoría de edad, produciendo este acontecimiento la transición de mayor importancia en la vida del hombre. Hoy asumes, por ministerio de la ley, el honroso título de ciudadano y te substraes de la patria potestad que a tu padre ponía en posesión de la dirección de tus actos; asumes por lo mismo, toda la responsabilidad de tu futuro, sin que esto signifique -por supuesto- que yo me considere relevado de la constante obligación que los padres tenemos para aconsejar y apoyar a nuestros hijos. Y he querido, con motivo de esta fecha, darte algunos consejos derivados de los conocimientos adquiridos con mi experiencia y con el conocimiento del corazón humano, que la intensidad de mi vida me ha permitido adquirir y del privilegio que del destino he recibido al permitirme actuar en todas las clases sociales que integran la familia humana.
No pretendo incurrir en el error tan común en los padres, de querer transmitir su propia experiencia a los hijos; si la juventud es tan hermosa, lo es precisamente porque carece de esa experiencia. La experiencia no es sino el resumen de todas las rectificaciones que el tiempo, al transcurrir, viene haciendo del bello concepto que de la vida y de nuestros semejantes nos formamos, desde que entramos en posesión de nuestras propias facultades.
Lo primero que necesitan los hombres para orientar sus facultades en la vida, y para protegerse y defenderse de las circunstancias que le son adversas y que por causas ajenas a su voluntad convergen sobre su voluntad, es clasificarse. Clasificarse ha sido uno de los problemas, cuyo alcance, son muy pocos los que saben comprender. Tú debes, por lo tanto, empezar por hacerlo y voy a auxiliarte con mi experiencia.
Tú perteneces a ese grupo de ineptos que integran, con muy raras excepciones, los hijos de personas que han alcanzado posiciones más o menos elevadas, que se acostumbran desde su niñez a recibir toda clase de atenciones y agasajos, y a tener muchas cosas que los demás niños no tienen y que van por esto, perdiendo la noción de las grandes verdades de la vida y penetrando en un mundo que lo ofrece todo sin exigir nada, creándoles una impresión de superioridad que llega a hacerles creer que sus propias condiciones son las que los hacen acreedores de esa posición privilegiada. Los que nacen y crecen bajo el amparo de posiciones elevadas, están condenados por una ley fatal, a mirar siempre para abajo, porque sienten que todo lo que les rodea está más abajo del sitio en que a ellos los han colocado los azares del destino, y cualquier objetivo que elijan como una idealidad de sus actividades, tiene que ser inferior al plano en el que ellos se encuentran.
En cambio, los que pertenecen a las clases humildes y se desarrollan en el ambiente de modestia máxima, están destinados, felizmente, a mirar siempre para arriba porque todo lo que les rodea es superior al medio en que ellos actúan, lo mismo en el panorama de sus ojos que en el de su espíritu, y todos los objetivos de su idealidad tienen que buscarlos siempre sobre planos ascendentes.
Y en ese constante esfuerzo por liberarse de la posición desventajosa en que las contingencias de la vida los han colocado, fortalecen su carácter y apuran su ingenio, y logran en muchos casos adquirir una preparación que les permita seguir una trayectoria siempre ascendente. El ingenio, que no es una ciencia y que, por lo tanto, no se puede aprender en ningún centro de educación, significa el mejor aliado en la lucha por la vida y sólo pueden adquirirlo los que han sido forzados por su propio destino a encontrarlo en el constante esfuerzo de sus propias facultades. El ingenio no es patrimonio de los niños o jóvenes que han realizado ningún esfuerzo para adquirir lo que necesitan.
El valor de las cosas, lo determina el esfuerzo que se realiza para adquirirlas y cuando todo puede obtenerse sin realizar ninguno, se pierde la noción de lo que el esfuerzo vale y se ignora el importante papel que éste desempeña en la resolución de los problemas importantes de la vida, y el tiempo que nos sobra, nos aleja de la virtud y nos acerca al vicio. Y éste es el otro factor negativo para los que nacen al amparo de posiciones ventajosas.
Todos los padres generalmente recomiendan a sus hijos huir de los vicios. Yo he creído siempre que existe un solo vicio, que se llama “exceso” y que de éste, deben todos los hombres tratar de liberarse. Yo conozco casos de muchas personas que de la virtud hacen un vicio, cuando se han excedido en practicarla. Procura siempre no incurrir en ningún exceso y nadie podrá decir que tengas un solo vicio.
El objetivo lógico de todo hombre que se inicia en la lucha por la vida, debe encaminarse a obtener todo aquello que le es indispensable para la satisfacción de sus propias necesidades. Obtener lo indispensable y hasta lo necesario resulta relativamente fácil para un hombre honesto, que no practica ningún exceso que le reste su tiempo y le mengüe los ingresos de su trabajo. Cualquier esfuerzo encaminado a realizar estos propósitos, estará siempre justificado y es siempre reconocido por todos nuestros semejantes, pero si se incurre en el error, tan común desgraciadamente, de caer bajo la influencia de lo superfluo, todo sacrificio resultará estéril, porque el mundo de lo superfluo es infinito, no reconoce límites y son mayores sus exigencias mientras mayor satisfacción se pretende darle.
Es lo superfluo el más grande enemigo de la familia humana, y a este imperio de la vanidad se ha sacrificado mucho del bienestar y de la tranquilidad que los hombres disfrutarían, si a sus imperativos hubieran logrado substraerse, y se ha perdido mucho del honor que en holocausto a lo superfluo se ha sacrificado.
De todas estas verdades, solamente pueden librarse los que, teniendo un espíritu superior, llegan a constituir las excepciones de las reglas que siempre se refieren a los casos normales. Si tú logras constituir una de esas excepciones, tendrás que aceptar que has sido un privilegiado del destino, logrando así para honor tuyo y satisfacción de tu padre, librarte de los precedentes establecidos y podrás crearte una personalidad propia, cuyo mérito lograrás sin esfuerzo que todos reconozcan.
Éstos son los deseos de tu padre y lo serían de tu madre, si a ella el destino no la hubiera privado de la infinita ventura que una madre debe experimentar cuando su hijo primogénito llega a su mayoría de edad, sin haberles dado a sus padres un motivo de rubor o pesar como es el caso tuyo.
Gral. Álvaro Obregón.
El inédito documento original fue subastado y publicado en la revista Mira, sorprendiendo por la actualidad de su contenido. El remitente, Álvaro Obregón Salido, nació en la Hacienda de Siquisiva, Navojoa, Sonora el 19 de febrero de 1880, y murió en la Ciudad de México, el 17 de julio de 1928. Este militar y político mexicano participó en la Revolución Mexicana y fue el presidente número 48 de nuestro país, gobernando del 1 de diciembre de 1920 al 30 de noviembre de 1924.
Entre más límites le pongas a tus hijos, más herramientas tendrán para salir adelante el día de mañana......
TRANCRIBO INTEGRA ESTA CARTA POR CONSIDERARLA DE CONTENIDO LITERARIO Y HUMANISTICO.
Cajeme, Sonora, junio 27 de 1928.
Sr.Humberto Obregón.
México, D.F.
Mi querido hijo Humberto:
Este día reviste gran trascendencia en tu vida porque marca la fecha en que llegas a la mayoría de edad, produciendo este acontecimiento la transición de mayor importancia en la vida del hombre. Hoy asumes, por ministerio de la ley, el honroso título de ciudadano y te substraes de la patria potestad que a tu padre ponía en posesión de la dirección de tus actos; asumes por lo mismo, toda la responsabilidad de tu futuro, sin que esto signifique -por supuesto- que yo me considere relevado de la constante obligación que los padres tenemos para aconsejar y apoyar a nuestros hijos. Y he querido, con motivo de esta fecha, darte algunos consejos derivados de los conocimientos adquiridos con mi experiencia y con el conocimiento del corazón humano, que la intensidad de mi vida me ha permitido adquirir y del privilegio que del destino he recibido al permitirme actuar en todas las clases sociales que integran la familia humana.
No pretendo incurrir en el error tan común en los padres, de querer transmitir su propia experiencia a los hijos; si la juventud es tan hermosa, lo es precisamente porque carece de esa experiencia. La experiencia no es sino el resumen de todas las rectificaciones que el tiempo, al transcurrir, viene haciendo del bello concepto que de la vida y de nuestros semejantes nos formamos, desde que entramos en posesión de nuestras propias facultades.
Lo primero que necesitan los hombres para orientar sus facultades en la vida, y para protegerse y defenderse de las circunstancias que le son adversas y que por causas ajenas a su voluntad convergen sobre su voluntad, es clasificarse. Clasificarse ha sido uno de los problemas, cuyo alcance, son muy pocos los que saben comprender. Tú debes, por lo tanto, empezar por hacerlo y voy a auxiliarte con mi experiencia.
Tú perteneces a ese grupo de ineptos que integran, con muy raras excepciones, los hijos de personas que han alcanzado posiciones más o menos elevadas, que se acostumbran desde su niñez a recibir toda clase de atenciones y agasajos, y a tener muchas cosas que los demás niños no tienen y que van por esto, perdiendo la noción de las grandes verdades de la vida y penetrando en un mundo que lo ofrece todo sin exigir nada, creándoles una impresión de superioridad que llega a hacerles creer que sus propias condiciones son las que los hacen acreedores de esa posición privilegiada. Los que nacen y crecen bajo el amparo de posiciones elevadas, están condenados por una ley fatal, a mirar siempre para abajo, porque sienten que todo lo que les rodea está más abajo del sitio en que a ellos los han colocado los azares del destino, y cualquier objetivo que elijan como una idealidad de sus actividades, tiene que ser inferior al plano en el que ellos se encuentran.
En cambio, los que pertenecen a las clases humildes y se desarrollan en el ambiente de modestia máxima, están destinados, felizmente, a mirar siempre para arriba porque todo lo que les rodea es superior al medio en que ellos actúan, lo mismo en el panorama de sus ojos que en el de su espíritu, y todos los objetivos de su idealidad tienen que buscarlos siempre sobre planos ascendentes.
Y en ese constante esfuerzo por liberarse de la posición desventajosa en que las contingencias de la vida los han colocado, fortalecen su carácter y apuran su ingenio, y logran en muchos casos adquirir una preparación que les permita seguir una trayectoria siempre ascendente. El ingenio, que no es una ciencia y que, por lo tanto, no se puede aprender en ningún centro de educación, significa el mejor aliado en la lucha por la vida y sólo pueden adquirirlo los que han sido forzados por su propio destino a encontrarlo en el constante esfuerzo de sus propias facultades. El ingenio no es patrimonio de los niños o jóvenes que han realizado ningún esfuerzo para adquirir lo que necesitan.
El valor de las cosas, lo determina el esfuerzo que se realiza para adquirirlas y cuando todo puede obtenerse sin realizar ninguno, se pierde la noción de lo que el esfuerzo vale y se ignora el importante papel que éste desempeña en la resolución de los problemas importantes de la vida, y el tiempo que nos sobra, nos aleja de la virtud y nos acerca al vicio. Y éste es el otro factor negativo para los que nacen al amparo de posiciones ventajosas.
Todos los padres generalmente recomiendan a sus hijos huir de los vicios. Yo he creído siempre que existe un solo vicio, que se llama “exceso” y que de éste, deben todos los hombres tratar de liberarse. Yo conozco casos de muchas personas que de la virtud hacen un vicio, cuando se han excedido en practicarla. Procura siempre no incurrir en ningún exceso y nadie podrá decir que tengas un solo vicio.
El objetivo lógico de todo hombre que se inicia en la lucha por la vida, debe encaminarse a obtener todo aquello que le es indispensable para la satisfacción de sus propias necesidades. Obtener lo indispensable y hasta lo necesario resulta relativamente fácil para un hombre honesto, que no practica ningún exceso que le reste su tiempo y le mengüe los ingresos de su trabajo. Cualquier esfuerzo encaminado a realizar estos propósitos, estará siempre justificado y es siempre reconocido por todos nuestros semejantes, pero si se incurre en el error, tan común desgraciadamente, de caer bajo la influencia de lo superfluo, todo sacrificio resultará estéril, porque el mundo de lo superfluo es infinito, no reconoce límites y son mayores sus exigencias mientras mayor satisfacción se pretende darle.
Es lo superfluo el más grande enemigo de la familia humana, y a este imperio de la vanidad se ha sacrificado mucho del bienestar y de la tranquilidad que los hombres disfrutarían, si a sus imperativos hubieran logrado substraerse, y se ha perdido mucho del honor que en holocausto a lo superfluo se ha sacrificado.
De todas estas verdades, solamente pueden librarse los que, teniendo un espíritu superior, llegan a constituir las excepciones de las reglas que siempre se refieren a los casos normales. Si tú logras constituir una de esas excepciones, tendrás que aceptar que has sido un privilegiado del destino, logrando así para honor tuyo y satisfacción de tu padre, librarte de los precedentes establecidos y podrás crearte una personalidad propia, cuyo mérito lograrás sin esfuerzo que todos reconozcan.
Éstos son los deseos de tu padre y lo serían de tu madre, si a ella el destino no la hubiera privado de la infinita ventura que una madre debe experimentar cuando su hijo primogénito llega a su mayoría de edad, sin haberles dado a sus padres un motivo de rubor o pesar como es el caso tuyo.
Gral. Álvaro Obregón.
El inédito documento original fue subastado y publicado en la revista Mira, sorprendiendo por la actualidad de su contenido. El remitente, Álvaro Obregón Salido, nació en la Hacienda de Siquisiva, Navojoa, Sonora el 19 de febrero de 1880, y murió en la Ciudad de México, el 17 de julio de 1928. Este militar y político mexicano participó en la Revolución Mexicana y fue el presidente número 48 de nuestro país, gobernando del 1 de diciembre de 1920 al 30 de noviembre de 1924.
Entre más límites le pongas a tus hijos, más herramientas tendrán para salir adelante el día de mañana......
miércoles, 2 de noviembre de 2011
CALAVERA
YO NO ENTIENDO YA ESTA ERA
DE TECNOLOGIA Y COMPUTACIÓN
YA NADIE HACE CALAVERAS
ACABANDO CON LA TRADICIÓN
Y YO, QUERIÉNDOLAS SALVAR
ESCRIBIENDO CON PASIÓN
LLEGO LA PARCA QUE NO ESPERA
PARA DARME UNA LECCIÓN.
martes, 1 de noviembre de 2011
EL TORO Y EL TORERO
La caza del toro por el hombre primitivo fue para aprovechar su carne como alimento, su piel como vestido y seguramente más tarde, el toro se uso como instrumento de trabajo, ese fue el embrión de lo que iba a ser la Tauromaquia.
Pronto, el hombre descubrió las cualidades que hacen del toro, el único apto para la lidia y el trabajo.
En Creta, unos 3000 años A.C., se practicó una suerte de carácter litúrgico, que era citar de frente al toro y esperar a pie firme su embestida para sujetarse de las astas del toro y caer de pie al suelo por las ancas del animal. Esta suerte era practicada por hombres y mujeres, posiblemente sacerdotisas, que arriesgaban su vida por índole de religión del Dios Tauro.
Los Romanos introdujeron en España los espectáculos de la tauromaquia poco después de que los conquistaron. Y parece que fueron los árabes, mejor dicho los árabe musulmanes; los andaluces, que aprovechando las condiciones de los toros, efectuaron juegos y torneos taurinos por toda España.
La afición en España aprende a “correr” y “alancear” toros en son de fiesta. Las primeras referencias de estos festejos datan del siglo XI, mas no se conoce con exactitud lo que era correr toros. Es Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid campeador (1040-1099 D.C.) según la historia, quien alanceaba toros, por gusto.
En México se implantaron las corridas de toros después de la conquista, ya que los conquistadores trajeron en sus naves ganado bovino, lanar y porcino. Y es en la Cd. de México donde se dá la primer corrida de toros, el día 13 de agosto de 1529, los toros que se toreaban eran de 6 a 9 años de edad, muy grandes.
La “Fiesta” consta de tres tercios; 1° Picar, 2° Banderillas y 3° La muerte del toro.
Los “quites” con el capote son la “Verónica” y la media Verónica para el remate, esto es en el primer tercio y después de ser picado el toro, el torero en turno le hará un quite con el capote que puede ser; la chicuelina, la gaonera, el farol, la calecerina o la fregolina. Cabe decir que si el toro no fuera picado, se congestionaría y sufriría un paro cardiáco, cayendo muerto en el ruedo.
El segundo tercio se le ponen las banderillas, tres pares, poniéndolas por ambos lados del toro.
El tercer tercio se le pide permiso al juez para la “faena de muleta”y la muerte del toro, que tien que ser de doce minutos, los muletazos son variables, derechazos naturales con su remate, el de “pecho” o el “forzado”, el “trinchera”, el “de firma”, “molinetes”, la “arruzina”, “manoletina”, el “martinete” y la “san juanera”. Se montará la espada , se perfila el torero y meterá la espada en el morrillo del toro para matarlo, el cual tendrá que caer muerto en cinco minutos, de no ser así, le mandarán tres avisos de parte del sr. Juez, a los tres, dos y un minutos para que sea regresado vivo el toro a los corrales.
Una aportación de “Lalo Cuadros”
Pronto, el hombre descubrió las cualidades que hacen del toro, el único apto para la lidia y el trabajo.
En Creta, unos 3000 años A.C., se practicó una suerte de carácter litúrgico, que era citar de frente al toro y esperar a pie firme su embestida para sujetarse de las astas del toro y caer de pie al suelo por las ancas del animal. Esta suerte era practicada por hombres y mujeres, posiblemente sacerdotisas, que arriesgaban su vida por índole de religión del Dios Tauro.
Los Romanos introdujeron en España los espectáculos de la tauromaquia poco después de que los conquistaron. Y parece que fueron los árabes, mejor dicho los árabe musulmanes; los andaluces, que aprovechando las condiciones de los toros, efectuaron juegos y torneos taurinos por toda España.
La afición en España aprende a “correr” y “alancear” toros en son de fiesta. Las primeras referencias de estos festejos datan del siglo XI, mas no se conoce con exactitud lo que era correr toros. Es Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid campeador (1040-1099 D.C.) según la historia, quien alanceaba toros, por gusto.
En México se implantaron las corridas de toros después de la conquista, ya que los conquistadores trajeron en sus naves ganado bovino, lanar y porcino. Y es en la Cd. de México donde se dá la primer corrida de toros, el día 13 de agosto de 1529, los toros que se toreaban eran de 6 a 9 años de edad, muy grandes.
La “Fiesta” consta de tres tercios; 1° Picar, 2° Banderillas y 3° La muerte del toro.
Los “quites” con el capote son la “Verónica” y la media Verónica para el remate, esto es en el primer tercio y después de ser picado el toro, el torero en turno le hará un quite con el capote que puede ser; la chicuelina, la gaonera, el farol, la calecerina o la fregolina. Cabe decir que si el toro no fuera picado, se congestionaría y sufriría un paro cardiáco, cayendo muerto en el ruedo.
El segundo tercio se le ponen las banderillas, tres pares, poniéndolas por ambos lados del toro.
El tercer tercio se le pide permiso al juez para la “faena de muleta”y la muerte del toro, que tien que ser de doce minutos, los muletazos son variables, derechazos naturales con su remate, el de “pecho” o el “forzado”, el “trinchera”, el “de firma”, “molinetes”, la “arruzina”, “manoletina”, el “martinete” y la “san juanera”. Se montará la espada , se perfila el torero y meterá la espada en el morrillo del toro para matarlo, el cual tendrá que caer muerto en cinco minutos, de no ser así, le mandarán tres avisos de parte del sr. Juez, a los tres, dos y un minutos para que sea regresado vivo el toro a los corrales.
Una aportación de “Lalo Cuadros”
lunes, 24 de octubre de 2011
SER BILINGUE.... CUAN IMPORTANTE HOY
En países como Estados Unidos (nuestro vecino), no es nada inusual que los niños aprendan a hablar dos o más idiomas y que los utilicen a diario para comunicarse y entender a los que están a su alrededor. En muchos países del mundo la gente es bilingüe o plurilingüe sin ser consciente de ello. En países como nuestro vecino, puede haber un idioma que sea el dominante, es decir, el utilizado por el gobierno, las escuelas y la sociedad. Teniendo esto presente, los padres que hablan otro idioma por "herencia cultural" podrían enfrentarse a un dilema: ¿Deberíamos enseñar a nuestros hijos sólo el idioma dominante o deberíamos intentar que sean bilingües? Aunque es importante aprender el idioma imperante del país donde se vive, para muchas personas también es importante que sus hijos aprendan el idioma de sus familiars directos sino no es el dominante.
Enseñar o no a su hijo más de un idioma sólo depende de usted y del empeño que se tenga.
¿Qué significa ser bilingüe?
El bilingüismo, la capacidad de una persona para utilizar indistintamente dos idiomas, existen concepciones discrepantes sobre qué condiciones exactas deben darse para que un ser o un grupo humano, una instutición o una sociedad pueda considerarse bilingüe. (nota: Wikepedia)
¿Cuáles son las ventajas de ser bilingüe?
Algunos estudios sostienen que los niños expuestos a varios idiomas son más creativos y desarrollan mejor las habilidades de resolución de problemas. Otros estudios sugieren que hablar un segundo idioma, aunque sólo sea durante los primeros años de vida, ayuda a programar los circuitos cerebrales para que sea más fácil para el niño aprender más idiomas en un futuro.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a ser bilingüe?
Existen varios métodos que pueden ayudarle a lograr que su hijo sea bilingüe. En todos ellos, es muy importante que los niños estén expuestos a ambos idiomas en diversos contextos y que entiendan la importancia de conocer cada uno de ellos.
Se recomiendan dos enfoques:
1: "un padre, un idioma" establece que cada padre hable un idioma diferente en casa desde los primeros años de vida del niño. Por ejemplo, la madre podría hablarle al niño sólo en inglés mientras el padre podría usar sólo el español.
2: "idioma minoritario en casa" permite a los padres establecer un uso para cada idioma. Por ejemplo, en casa sólo se hablaría español, mientras que en la escuela se hablaría inglés. Un metodo my comun un nuestra comunidad Ciudad Juarez-El Paso, TX.
Con cualquiera de los métodos que utilice, trate de no mezclar los dos idiomas. Es decir, cuando hable con su hijo en el idioma espanol, no mezcle el inglés en frases ni oraciones. Sin embargo, no se sorprenda si su hijo utiliza palabras de ambos idiomas en una oración. Cuando esto suceda, corríjale con indiferencia proporcionándole la palabra adecuada en el idioma que estén usando.
A medida que sus hijos crecen, sea persistente y creativo en su enfoque. Algunos padres envían a sus hijos a escuelas de idiomas para que aprendan la lengua de una manera más formal.
¿El bilingüismo conducirá a una pérdida cultural?
Probablemente se perderá algo de cultura y algunos vínculos si su hijo crece en un nuevo país; sin embargo, usted decide si quiere inculcar a sus hijos su herencia cultural o no.
Definitivamente, existe una cultura "americana". Sin embargo, no olvide que durante siglos, muchas de las personas que llegaron a los Estados Unidos en busca de un futuro más prometedor se aferraron a sus lenguas y culturas nativas en sus hogares y barrios; no obstante, aprendieron a hablar inglés y a integrarse en la vida estadounidense. Dichas identidades culturales aún existen en muchas familias después de muchas, muchas generaciones. Hablar con fluidez un segundo idioma puede conllevar grandes beneficios culturales. Los niños que aprenden el idioma de su herencia cultural pueden comunicarse con sus parientes y fortalecer los lazos familiares al otro lado de la frontera. Comprender de dónde proceden ayuda a los niños a desarrollar una fuerte identidad y a determinar hacia dónde se dirigirán en el futuro.
¿Retrasa el bilingüismo el desarrollo del habla de un niño?
Algunos padres temen que hablar a sus hijos en otro idioma dificultará el aprendizaje del inglés en la escuela. La realidad es que antes de que vayan a la escuela, los niños ya habrán estado en continuo contacto con el inglés gracias a la televisión, la internet y sus amigos. Los padres suelen asombrarse de la habilidad que tienen sus hijos para aprender inglés cuando juegan con otros niños angloparlantes. Una vez que comienzan a ir a la escuela, se ponen al nivel de sus compañeros rápidamente. Es entonces cuando el problema para los padres pasa a ser ¡cómo evitar que sus hijos hablen sólo inglés!
Educar a un niño para que sea bilingüe
Enseñar un segundo idioma a un niño puede suponer un reto. La fluidez que tenga su hijo al hablar otro idioma estará influenciada por muchos factores, incluida la motivación personal y el apoyo por parte de los padres. Decida qué nivel desea que tenga su hijo del idioma de su herencia cultural y luego busque los recursos apropiados. Enseñar a los niños a ser bilingües puede ayudarles a reconocer la importancia de su cultura y herencia, así como a desarrollar una fuerte identidad personal e, incluso, puede serles de gran utilidad en el trabajo cuando sean mayores
REFLEXION
“A lo largo de nuestra existencia nos vemos enfrentados repetidamente a situaciones que podríamos considerar como muy difíciles de superar. Este tipo de situaciones por lo general se perciben como pesadas desde el punto de vista emocional y tienden a hacernos sentir al límite de nuestra capacidad, al extremo de llegar a creer que no podemos superarlas.
Si vemos la vida como una escuela para desarrollarnos, este tipo de situaciones serían las lecciones que necesitamos aprender para avanzar a un grado superior de realización. Y a medida que avanzamos, las lecciones se ajustan para ofrecernos nuevas oportunidades de crecimiento. Por supuesto esto significa volverse mas exigentes a medida que vamos creciendo, y no podía ser de otra manera pues para poder conocer la dulzura de la victoria es necesario atravesar primero la amargura de la batalla.”
Autor: DAR, adaptado por Benjamin Lopez.
jueves, 13 de octubre de 2011
martes, 11 de octubre de 2011
PIROPOS Y ALBURES
Escena 1: Una mujer alta, morena, delgada pero voluptuosa se contonea y desfila con una minifalda por una plaza. Las voces de los machos no esperan para resonar: “¿Cómo una cintura tan pequeña soporta una belleza tan grande?”, “¡Encandílame con esos faroles; así chocaremos de frente!”, “¡De tu mano tomaría hasta veneno!”. La chica guarda una sonrisa y sigue caminando, casi indiferente...
Escena 2: Un grupo de amigos se reúnen a mirar un partido de fútbol. Uno de ellos entra a la cocina a buscar una cerveza, y encuentra a su amigo inclinado frente al refrigerador. “¡Ay, cuánta confianza me tienes!”, exclama –“Pues para que te sientas cómodo. ¿Quieres un cojín?”, responde el otro. En eso entra un camarada más: “¿Oigan, han visto el chile?” –“Búscale por aquí” (se señala la bragueta)...
¿Qué tienen en común ambas situaciones? “Ambas son un juego de palabras. El primero resalta la belleza femenina sin intenciones de ofender; el otro tiene connotación sexual”, responde José Brú, investigador del departamento de Lenguas modernas del Centro de Ciencias Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), durante su conferencia Albur y piropo mexicano.
Conquistar a una muchacha es la meta. Cómo comenzar tal proceso (entablar el primer contacto) bien puede ser resaltando su belleza con un piropo. “El que sabe buenos piropos es un hombre galante. Es señal que sabe halagar y cortejar a la muchacha”, comenta Brú, quien explica que los hay de todo tipo. Unos muy educados: “Desde que viniste, el cielo se quedó sin ángeles”, históricos: “Si Colón te hubiera visto diria: ¡qué bonita Pinta tiene esa Niña!”, e incluso poéticos: “Hoy la tierra y los cielos me sonrieron [...] hoy me ha visto, me ha mirado. Hoy creo en Dios (G.A. Becker)”, pero suben de tono y entran en territorio sexual: “¡Mami, qué buen cofre para guardar mi tesoro!”, “¡Santa Bárbara!; santa por delante, bárbara por detrás”, y hay los que de plano se pasan: “¡Con esos pelotones se pone firme mi general!”, “¡Qué bonitas piernas! ¿a qué horas abren?”, aunque pasan por lo cómico: “¡Quisiera ser ardillota, para comerte bellota!”, lo irónico: “Megustan tus espinacas, pero más tus piernas flacas”, lo médico: “quisiera ser gripe para pasar dos semanas contigo en cama”, lo intelectual: “estás mas completa que la enciclopedia británica!”, y llegan hasta lo vanguardista: “¡Cuando veo tu software, se excita mi hardware!”.
El piropo está extendido por todos los países de América Latina. Piropear es parte de un juego de conquista en el que si la mujer no responde al primero, aclara Brú, no es una mala señal, sino parte del mismo juego: “no hace caso por que no digan que es muy ‘fácil’, aunque ahí entra la sagacidad del galán para seguir piropeando y ‘convencer’. Es el juego de acosar y retroceder”.
En cuanto al albur, “existe desde que México es México”, menciona Brú, y tiene que ver con nuestras raíces históricas. “Es un poco para defenderse de la Conquista; un lenguaje suvbersivo que se habla entre los ‘iniciados’, y los otros no entiendan mientras se estén pitorreando de la autoridad”.
Este juego de palabras en donde uno trata de ganarle verbalmente al oponente con intención sexual no se encuentra en ningún otro país, y en México la mayor parte de la gente, en especial los jóvenes, saben alburear. “En el lenguaje tiene mucha importancia. Se necesita mucho ingenio para captarlo y defenderse. Eso sirve para manejar mejor el lenguaje y la cabeza -sin albur-”, aclara.
¿El albur debe ser tomado como vulgar? Brú responde que sí, desde el punto en que la palabra proviene del latín “vulgo” que significa “pueblo”. “Vulgar es lo mismo que popular, y en ese sentido si lo es, pero en todas las clases sociales se dan, incluso entre las mujeres”.
Cualquier persona puede alburear; mujeres incluidas. Esto, explica el investigador, es parte de un cambio que se dio en la igualdad entre sexos: “Nuestras abuelas o visabuelas decían que eso era cosa de carretoneros. Eso ya cambió y entre los hombres se da mucho que tienes que aprender a alburear para defenderte. Es un esgrima verbal. Por el lado de las mujeres, pues se la pasaban en blanco. Tuvieron que aprender a alburear para saber qué estaba pasando”.
Cabe destacar que los duelos albureros también cumplen una función que es la de desplazar a la violencia física. “Incluso cuando pierdes terminas riéndo y aceptas que el otro se la echó muy buena”, menciona Brú, y pone como ejemplo y antecedente los duelos de coplas mostrados en filmes clásicos mexicanos como “Dos tipos de cuidado”, con Pedro Infante y Jorge Negrete, quienes se baten con frases hasta que uno ya no tiene qué decirle al otro. Muchos personajes del teatro de carpa que vieron su éxito en el teatro Blanquita, como Alfonso Sayas, el ‘botellitas’ Quintero, entre algunos, se reconocen por su actitud alburera.
Brú afirma que el albur tiene una tradición con la picarezca española, en la edad media del siglo de oro. Ese ingenio que había para que el pícaro pudiera sobrevivir, y así se fue transformando. Ahora, al igual que los piropos, los utiliza toda clase de persona y los hay con referencia a los nombres: Aquiles Rosas, Santiago Rico y su hemana Alma María; premios Nóbel como Rigoberta Menchú Farías, la religión: La madre Sota, San Buto (el Pelón), el Beato Carlos y el Cardenal Gasdaz; los animales: Palomas ticas, nombres de localidades: “Déjame Jalapa tu Chichén Itzá”, incluso con textiles: camisetas de tela dejaba por dentro, gorras de mamey, chupones de reata, de venta en Telas Poncho, entre muchos, las medicinas no se escapan: Kenal gotas para los ojos, Chupa Melox, Inyecciones de Mitrocito y el remedio casero; para el dolor de cabeza, chupa limón, los insólitos; como el árbol que dá en la punta limas, en el tronco rosas y atras pasas, ver para creer.
“Es parte de un doble sentido que viene a enriquecer el lenguaje de los mexicanos, porque las malas palabras, también son palabras, y el no contemplarlas es una limitante en nuestro vocabulario”, comenta Brú, quien comparte su piropo predilecto: Si la belleza doliera, su vida sería un alarido.
Escena 2: Un grupo de amigos se reúnen a mirar un partido de fútbol. Uno de ellos entra a la cocina a buscar una cerveza, y encuentra a su amigo inclinado frente al refrigerador. “¡Ay, cuánta confianza me tienes!”, exclama –“Pues para que te sientas cómodo. ¿Quieres un cojín?”, responde el otro. En eso entra un camarada más: “¿Oigan, han visto el chile?” –“Búscale por aquí” (se señala la bragueta)...
¿Qué tienen en común ambas situaciones? “Ambas son un juego de palabras. El primero resalta la belleza femenina sin intenciones de ofender; el otro tiene connotación sexual”, responde José Brú, investigador del departamento de Lenguas modernas del Centro de Ciencias Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), durante su conferencia Albur y piropo mexicano.
Conquistar a una muchacha es la meta. Cómo comenzar tal proceso (entablar el primer contacto) bien puede ser resaltando su belleza con un piropo. “El que sabe buenos piropos es un hombre galante. Es señal que sabe halagar y cortejar a la muchacha”, comenta Brú, quien explica que los hay de todo tipo. Unos muy educados: “Desde que viniste, el cielo se quedó sin ángeles”, históricos: “Si Colón te hubiera visto diria: ¡qué bonita Pinta tiene esa Niña!”, e incluso poéticos: “Hoy la tierra y los cielos me sonrieron [...] hoy me ha visto, me ha mirado. Hoy creo en Dios (G.A. Becker)”, pero suben de tono y entran en territorio sexual: “¡Mami, qué buen cofre para guardar mi tesoro!”, “¡Santa Bárbara!; santa por delante, bárbara por detrás”, y hay los que de plano se pasan: “¡Con esos pelotones se pone firme mi general!”, “¡Qué bonitas piernas! ¿a qué horas abren?”, aunque pasan por lo cómico: “¡Quisiera ser ardillota, para comerte bellota!”, lo irónico: “Megustan tus espinacas, pero más tus piernas flacas”, lo médico: “quisiera ser gripe para pasar dos semanas contigo en cama”, lo intelectual: “estás mas completa que la enciclopedia británica!”, y llegan hasta lo vanguardista: “¡Cuando veo tu software, se excita mi hardware!”.
El piropo está extendido por todos los países de América Latina. Piropear es parte de un juego de conquista en el que si la mujer no responde al primero, aclara Brú, no es una mala señal, sino parte del mismo juego: “no hace caso por que no digan que es muy ‘fácil’, aunque ahí entra la sagacidad del galán para seguir piropeando y ‘convencer’. Es el juego de acosar y retroceder”.
En cuanto al albur, “existe desde que México es México”, menciona Brú, y tiene que ver con nuestras raíces históricas. “Es un poco para defenderse de la Conquista; un lenguaje suvbersivo que se habla entre los ‘iniciados’, y los otros no entiendan mientras se estén pitorreando de la autoridad”.
Este juego de palabras en donde uno trata de ganarle verbalmente al oponente con intención sexual no se encuentra en ningún otro país, y en México la mayor parte de la gente, en especial los jóvenes, saben alburear. “En el lenguaje tiene mucha importancia. Se necesita mucho ingenio para captarlo y defenderse. Eso sirve para manejar mejor el lenguaje y la cabeza -sin albur-”, aclara.
¿El albur debe ser tomado como vulgar? Brú responde que sí, desde el punto en que la palabra proviene del latín “vulgo” que significa “pueblo”. “Vulgar es lo mismo que popular, y en ese sentido si lo es, pero en todas las clases sociales se dan, incluso entre las mujeres”.
Cualquier persona puede alburear; mujeres incluidas. Esto, explica el investigador, es parte de un cambio que se dio en la igualdad entre sexos: “Nuestras abuelas o visabuelas decían que eso era cosa de carretoneros. Eso ya cambió y entre los hombres se da mucho que tienes que aprender a alburear para defenderte. Es un esgrima verbal. Por el lado de las mujeres, pues se la pasaban en blanco. Tuvieron que aprender a alburear para saber qué estaba pasando”.
Cabe destacar que los duelos albureros también cumplen una función que es la de desplazar a la violencia física. “Incluso cuando pierdes terminas riéndo y aceptas que el otro se la echó muy buena”, menciona Brú, y pone como ejemplo y antecedente los duelos de coplas mostrados en filmes clásicos mexicanos como “Dos tipos de cuidado”, con Pedro Infante y Jorge Negrete, quienes se baten con frases hasta que uno ya no tiene qué decirle al otro. Muchos personajes del teatro de carpa que vieron su éxito en el teatro Blanquita, como Alfonso Sayas, el ‘botellitas’ Quintero, entre algunos, se reconocen por su actitud alburera.
Brú afirma que el albur tiene una tradición con la picarezca española, en la edad media del siglo de oro. Ese ingenio que había para que el pícaro pudiera sobrevivir, y así se fue transformando. Ahora, al igual que los piropos, los utiliza toda clase de persona y los hay con referencia a los nombres: Aquiles Rosas, Santiago Rico y su hemana Alma María; premios Nóbel como Rigoberta Menchú Farías, la religión: La madre Sota, San Buto (el Pelón), el Beato Carlos y el Cardenal Gasdaz; los animales: Palomas ticas, nombres de localidades: “Déjame Jalapa tu Chichén Itzá”, incluso con textiles: camisetas de tela dejaba por dentro, gorras de mamey, chupones de reata, de venta en Telas Poncho, entre muchos, las medicinas no se escapan: Kenal gotas para los ojos, Chupa Melox, Inyecciones de Mitrocito y el remedio casero; para el dolor de cabeza, chupa limón, los insólitos; como el árbol que dá en la punta limas, en el tronco rosas y atras pasas, ver para creer.
“Es parte de un doble sentido que viene a enriquecer el lenguaje de los mexicanos, porque las malas palabras, también son palabras, y el no contemplarlas es una limitante en nuestro vocabulario”, comenta Brú, quien comparte su piropo predilecto: Si la belleza doliera, su vida sería un alarido.
Asi que, ¿Qué comen los pajaritos?, Maasita!
miércoles, 5 de octubre de 2011
SIMBOLOS UNIVERSALES
El simbolismo tiene la virtud de contener dentro de unas pocas palabras
convencionales las ideas de varias eras y los sueños de una cultura. Enriquece
nuestra imaginación y nos guía hacia niveles en los que el pensamiento
no requiere de palabras.
Lin Yü-t’ang, pensador chino
¿Qué significado damos hoy a Venus y a Marte? ¿Qué es para nosotros el Sol,
además de una estrella? Parecería que cada vez nos aislamos más dentro de
nosotros mismos y nuestras miradas se dirigen menos hacia las maravillas que
nos rodean. ¿Por qué al ver el Sol, la Luna y las estrellas los hombres encontraban
en ellos símbolos que explicaban la esencia del Universo? ¿Qué está pasando
ahí? ¿De qué nos estamos perdiendo? Al ver el cielo hoy en día lo único
que encontramos son gases que afectan el planeta en que vivimos. De alguna
manera nos enredamos en explicaciones científicas, frías y rigurosas, porque no
podemos ver qué hay más allá de lo meramente físico.
Por lo anterior, nuestra relación con las cosas y personas que nos rodean se
vuelve cada vez más distante y superficial. Al interpretar el universo sólo como
una acumulación de materia y energía perdemos la posibilidad de establecer
una relación íntima con él. Nos alejamos del sentido de la realidad, de cómo
el mundo material influye en nosotros de manera constante, aun sin que nos
demos cuenta, porque formamos parte de un todo del que no podemos separarnos
y que en muchos sentidos define lo que somos.
Productores de símbolos
Pensadores como Carl Gustav Jung han desarrollado teorías sobre la importancia
que tienen los símbolos en nuestra vida. Desde pequeños creamos símbolos
propios y nos familiarizamos con símbolos comunitarios que van determinando
nuestra forma de pensar, sentir y percibir el mundo. El pensamiento y el lenguaje
están hechos de símbolos. Aprender a conocer los significados de las
cosas dentro de nosotros es una forma de aprender a conocernos.
El simbolismo es una manera directa de aproximarnos y de conocer el mundo,
pues el hombre tiende a crear símbolos para explicarse su propia presencia. Por
eso el simbolismo es una de las formas más antiguas de expresión y constituye
un lenguaje universal que trasciende los límites de la comunicación verbal. Un
símbolo es aquello que, a través de su naturaleza y apariencia, refleja o representa
algo más profundo. Por ejemplo, unas lenguas de fuego pueden simbolizar
el Sol, el calor, el poder, la divinidad o la creatividad. En realidad todo lo
que nos rodea, incluyendo el cosmos, contiene el potencial para convertirse en
un símbolo.
Para entender el mundo
La complejidad de los símbolos ha ido creciendo durante siglos, cambiando
con cada contexto cultural. Algunos problemas que preocupaban a la humanidad
desde los tiempos más remotos se mantienen más o menos vigentes y
siguen siendo sujetos de simbolización. Entre ellos están la fertilidad, tanto de
la tierra como de la raza humana, así como el nacimiento, la vida y la muerte.
En un mundo invadido de imágenes, mensajes e información, transmitidos a
través de tantos medios de comunicación, los terrícolas nos alejamos constantemente
de nuestra esencia humana y de nuestras capacidades más nobles.
Nuestra relación con el entorno, tanto cósmico-natural como artificial, se ha
vuelto mecánica y superficial. Nuestras aficiones se acercan más a lo estrictamente
material. Por eso, para conocer mejor el entorno de cada quien se debe
tratar de descubrir en lo que le rodea aquello que tiene un significado importante
para nosotros.
Texto /
Observa y descubre cuáles son tus símbolos personales. Qué son para ti las
cosas que te circundan; qué representan y qué te hacen sentir y pensar.
Algunos de los elementos simbólicos mas frecuentes son:
Las manos. Pueden expresar bendición, protección, justicia y autoridad.
Algunos curanderos trabajan con el simple contacto de sus manos; y hablamos
de “echar una mano” cuando ayudamos a alguien.
Dos personas tomadas de la mano son símbolo de amor y afecto.
El corazón. Es el símbolo clásico del amor aunque también representa sinceridad
y compasión. El corazón partido por la mitad simboliza dolor o pena por
una gran pérdida.
Los números. Muchos de ellos se consideran sagrados o portadores de alguna
cifra secreta. Por ejemplo, en algunas culturas el número siete representa la
unión de la divinidad (número tres) con la tierra (número cuatro). Cada una de
las fases de la luna dura siete días y siete días tiene la semana.
El laberinto. En culturas de Oriente y Occidente algunos laberintos representan
el camino que conduce hacia la verdad; otros resultan más complicados y enigmáticos
pues sus senderos se bifurcan constantemente –este tipo de laberinto
suele aparecer en sueños y representa la indecisión. Es más difícil salir de ellos
que entrar pues sólo los sabios pueden encontrar su clave secreta.
El pan. Simboliza el alimento del cuerpo y del alma.
El nudo. Símbolo de la esencia interior de cada persona. El nudo ata pero
también mantiene la promesa de la liberación. También puede representar la
protección.
La vaca. En diferentes culturas representa a la madre de los dioses, a la dadora
de vida, lo que no es de extrañar dadas las propiedades extraordinarias de la
leche que nos brinda.
Ejercicios
• Piensa en las cosas que te rodean. ¿Hay alguna que, inexplicablemente, te
provoca sentimientos especiales de atracción o de rechazo? Ejemplo: los árboles,
las ventanas, los gatos.
• ¿Qué tanto recuerdas de tus sueños? Al despertar, antes de levantarte, haz
un esfuerzo por recordar lo que soñaste. Verás que poco a poco empezarás a
recordar más y más detalles.
• Comparando los objetos que te provocan sentimientos especiales y aquellos
que aparecen en tus sueños, haz una lista de símbolos personales.
• ¿Puedes identificar algún objeto, lugar o situación que se repita en tus sueños
o en tus fantasías?
• Medita sobre lo que podrían significar para ti los objetos que recurren a tu mente.
convencionales las ideas de varias eras y los sueños de una cultura. Enriquece
nuestra imaginación y nos guía hacia niveles en los que el pensamiento
no requiere de palabras.
Lin Yü-t’ang, pensador chino
¿Qué significado damos hoy a Venus y a Marte? ¿Qué es para nosotros el Sol,
además de una estrella? Parecería que cada vez nos aislamos más dentro de
nosotros mismos y nuestras miradas se dirigen menos hacia las maravillas que
nos rodean. ¿Por qué al ver el Sol, la Luna y las estrellas los hombres encontraban
en ellos símbolos que explicaban la esencia del Universo? ¿Qué está pasando
ahí? ¿De qué nos estamos perdiendo? Al ver el cielo hoy en día lo único
que encontramos son gases que afectan el planeta en que vivimos. De alguna
manera nos enredamos en explicaciones científicas, frías y rigurosas, porque no
podemos ver qué hay más allá de lo meramente físico.
Por lo anterior, nuestra relación con las cosas y personas que nos rodean se
vuelve cada vez más distante y superficial. Al interpretar el universo sólo como
una acumulación de materia y energía perdemos la posibilidad de establecer
una relación íntima con él. Nos alejamos del sentido de la realidad, de cómo
el mundo material influye en nosotros de manera constante, aun sin que nos
demos cuenta, porque formamos parte de un todo del que no podemos separarnos
y que en muchos sentidos define lo que somos.
Productores de símbolos
Pensadores como Carl Gustav Jung han desarrollado teorías sobre la importancia
que tienen los símbolos en nuestra vida. Desde pequeños creamos símbolos
propios y nos familiarizamos con símbolos comunitarios que van determinando
nuestra forma de pensar, sentir y percibir el mundo. El pensamiento y el lenguaje
están hechos de símbolos. Aprender a conocer los significados de las
cosas dentro de nosotros es una forma de aprender a conocernos.
El simbolismo es una manera directa de aproximarnos y de conocer el mundo,
pues el hombre tiende a crear símbolos para explicarse su propia presencia. Por
eso el simbolismo es una de las formas más antiguas de expresión y constituye
un lenguaje universal que trasciende los límites de la comunicación verbal. Un
símbolo es aquello que, a través de su naturaleza y apariencia, refleja o representa
algo más profundo. Por ejemplo, unas lenguas de fuego pueden simbolizar
el Sol, el calor, el poder, la divinidad o la creatividad. En realidad todo lo
que nos rodea, incluyendo el cosmos, contiene el potencial para convertirse en
un símbolo.
Para entender el mundo
La complejidad de los símbolos ha ido creciendo durante siglos, cambiando
con cada contexto cultural. Algunos problemas que preocupaban a la humanidad
desde los tiempos más remotos se mantienen más o menos vigentes y
siguen siendo sujetos de simbolización. Entre ellos están la fertilidad, tanto de
la tierra como de la raza humana, así como el nacimiento, la vida y la muerte.
En un mundo invadido de imágenes, mensajes e información, transmitidos a
través de tantos medios de comunicación, los terrícolas nos alejamos constantemente
de nuestra esencia humana y de nuestras capacidades más nobles.
Nuestra relación con el entorno, tanto cósmico-natural como artificial, se ha
vuelto mecánica y superficial. Nuestras aficiones se acercan más a lo estrictamente
material. Por eso, para conocer mejor el entorno de cada quien se debe
tratar de descubrir en lo que le rodea aquello que tiene un significado importante
para nosotros.
Texto /
Observa y descubre cuáles son tus símbolos personales. Qué son para ti las
cosas que te circundan; qué representan y qué te hacen sentir y pensar.
Algunos de los elementos simbólicos mas frecuentes son:
Las manos. Pueden expresar bendición, protección, justicia y autoridad.
Algunos curanderos trabajan con el simple contacto de sus manos; y hablamos
de “echar una mano” cuando ayudamos a alguien.
Dos personas tomadas de la mano son símbolo de amor y afecto.
El corazón. Es el símbolo clásico del amor aunque también representa sinceridad
y compasión. El corazón partido por la mitad simboliza dolor o pena por
una gran pérdida.
Los números. Muchos de ellos se consideran sagrados o portadores de alguna
cifra secreta. Por ejemplo, en algunas culturas el número siete representa la
unión de la divinidad (número tres) con la tierra (número cuatro). Cada una de
las fases de la luna dura siete días y siete días tiene la semana.
El laberinto. En culturas de Oriente y Occidente algunos laberintos representan
el camino que conduce hacia la verdad; otros resultan más complicados y enigmáticos
pues sus senderos se bifurcan constantemente –este tipo de laberinto
suele aparecer en sueños y representa la indecisión. Es más difícil salir de ellos
que entrar pues sólo los sabios pueden encontrar su clave secreta.
El pan. Simboliza el alimento del cuerpo y del alma.
El nudo. Símbolo de la esencia interior de cada persona. El nudo ata pero
también mantiene la promesa de la liberación. También puede representar la
protección.
La vaca. En diferentes culturas representa a la madre de los dioses, a la dadora
de vida, lo que no es de extrañar dadas las propiedades extraordinarias de la
leche que nos brinda.
Ejercicios
• Piensa en las cosas que te rodean. ¿Hay alguna que, inexplicablemente, te
provoca sentimientos especiales de atracción o de rechazo? Ejemplo: los árboles,
las ventanas, los gatos.
• ¿Qué tanto recuerdas de tus sueños? Al despertar, antes de levantarte, haz
un esfuerzo por recordar lo que soñaste. Verás que poco a poco empezarás a
recordar más y más detalles.
• Comparando los objetos que te provocan sentimientos especiales y aquellos
que aparecen en tus sueños, haz una lista de símbolos personales.
• ¿Puedes identificar algún objeto, lugar o situación que se repita en tus sueños
o en tus fantasías?
• Medita sobre lo que podrían significar para ti los objetos que recurren a tu mente.
martes, 4 de octubre de 2011
CULTURA JUVENIL
Hace años, cuando no había celular ni correo electrónico y los costos de las llamadas telefónicas de larga distancia eran excesivos, usábamos el telégrafo para enviar un mensaje de manera rápida. El costo del mensaje dependía del número de palabras: a mayor número de palabras, mayor gasto, por lo que el ahorro de palabras y dinero permitía un buen ejercicio mental: se decían las cosas concretas, pero esta simpleza hacía el mensaje cortante y frío, a diferencia de una carta en la que el remitente hacía gala de sus dotes de redacción y cultura (¿recuerdan?).
Transformación o deformación
Los tiempos de esas cartas ricas en formas y los mensajes claros, precisos en un mínimo de palabras están en extinción, sin embargo la transmisión de mensajes escritos persiste en nuestros días a través del correo electrónico, el chat y el celular, estos servicios electrónicos facilitan la comunicación y permite a los usuarios enviar mensajes de manera pronta. Empero, la escritura ha sufrido una transformación (o tal vez deformación) sorprendente. En lugar de reducir el número de palabras, la palabra misma es reducida. Muestra de este ejemplo son los siguientes ejemplos: “hey!! Tzz zi thu!! no manchz staba indagando n miz qatz y t miro uy no!! n klac noz miraremz no??” y..””weno qidat y portat mui mall!!”.
Más que un signo
El problema no está en la comprensión del contenido del texto, sino en el contenido y función de las palabras. Nuestro español, a diferencia de algunos otros idiomas, como el chino o japonés, tienen correlación entre la
escritura y los sonidos vocales y guturales, así por ejemplo, la “u” tiene relación con la forma que adquiere la boca para emitir un sonido, y la “s” adquiere su sonido con la unión de la lengua y el paladar. Las palabras pues son mas allá de ser un mero signo que puedan ser trastocadas, modificadas e incluso deformadas; contienen ideas, imágenes, representaciones culturales e históricas; están relacionadas con los sonidos que emitimos al articular la boca y nos permiten expresar nuestros pensamientos de manera clara y precisa.
En suma, no da lo mismo escribir : “l lbtad d xpzion ez l drcho umno” o que tal así: “l4ll63r74d d 3xpr3510n 35 1 d3r3ch0 um4n0”; o bien “La libertad de expresión es un derecho humano”. Reflexiona si con las nuevas formas está contenido tu pensamiento; si hay similitud entre tu manera de hablar y escribir; si en verdad se entiende lo que dices. A final de cuentas ¿no es eso lo que buscamos cuando hablamos o escribimos?.
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